Es una de las fortificaciones bélicas mejor conservadas de
las que se construyeron durante la guerra civil. Tenía la capacidad de
albergar
a una treintena de combatientes con la misión de defender la zona. Las 4
estancias están conectadas entre sí y además de acceder por la entrada
principal también se puede acceder por unas escaleras desde el exterior.
La entrada se sumerge bajo la tierra y llega a una primera
bóveda de techos bajos. La construcción está catalogada como Bien de
Interés Cultural. Aconsejo que lleves
una linterna si tienes pensado entrar.